JUGUETEROS DE ABOLENGO
El Día de Reyes ha quedado atrás, y Melchor, Gaspar y Baltazar no regresarán sino hasta el 2022. Sin embargo, las familias que se dedican a vender y manufacturar juguetes siguen trabajando todo el año. Se trata de generaciones enteras que se han dedicado a la labor de ofrecer productos que entretienen a los niños.
No se trata de vendedores como tal, sino de gente que hace de la venta de juguetes un modo de vida. Todo el año trabajan y es en diciembre cuando llega su bonanza económica. En el pasado 2020 y lo poco que llevamos del 2021, las dificultades han sido mayores, pero aun así ellos se mantienen viajando de forma itinerante en diferentes puntos del país. Dos de ellos se encontraban en León, y esto fue lo que platicaron sobre su oficio, que aunque parezca contradictorio, no es cosa de juego.
Sandra Torres Hernández de Camacho se dedica a la juguetería formalmente desde pequeña. Su negocio se llama “Novedades mis tíos” en honor a sus familiares fundadores. Desde hace 26 años asiste puntualmente a León a vender juguetes que ella consigue en fábricas de Guadalajara. Se dice fácil, pero en realidad se trata de una profunda logística y gran responsabilidad. Lo cuenta con sus propias palabras:
“Es una labor maravillosa. Los papás hacen lo que pueden por sus hijos, y así lo hicieron este año. Todos los productos que compramos son mexicanos, desde que empezamos a dedicarnos a esto hace años. Así es este ‘show’. Empezamos a dedicarnos a esto porque nos gusta la aventura, y ser agradecidos. Nos dedicamos a esto por un motivo muy sencillo: ver la sonrisa de un niño es lo más maravilloso del mundo. Después del Día de Reyes nos dedicamos a vender peluche, también orgullosamente mexicano”.
¡AVALANCHA!
Si hay un juguete característico del Día de Reyes en México, es sin duda la avalancha. En la marca “Látigo” trabaja Ezequiel Anguiano, quien también los vendió en León en tiempos de pandemia. Aunque el Día de Reyes quedó atrás, sigue siendo uno de los eternos productos con los que juegan los niños.
“Tenemos 25 años en la venta de estos objetos que cuestan 950 pesos. Es uno de los juguetes por excelencia. Estamos en Guadalajara y el señor David Muñoz Luna es nuestro jefe. Para su producción, hay que tener en cuenta los cortes y dobleces del metal, y finalmente colocar las ruedas y el asiento. La calidad debe ser algo muy serio, para que se trate de un producto seguro para los niños”.