Pandemia interrumpe tradición de Pablo De Anda
Vestir a los niños de Inditos el 12 de enero como presentación a la Virgen de Guadalupe inició en 1876
Este martes 12 de enero de 2021 es un día distinto para los devotos a “La Morenita” pues la pandemia de la Covid-19 provocó que fiestas populares como el Día de los Inditos, fueran postergadas y ante el aumento de contagios por coronavirus en la ciudad, las Puertas del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe fueran cerradas. Esta año las calles estarán vacías, pues no se escuchará el bullicio de los puesto de comida y la toma de fotografías.
Es 12 de enero, se rememoran los pequeños rostros de niños y niñas que vestidos de paliacates, pantalones y sombreros de manta y rebozos, se retrataban sobre un escenario que se alzaba detrás de ellos, entre nopales, llanos y agaves con una estatua de la Virgen de Guadalupe a un lado, este día es especial para todos los leoneses y es que se celebra el 145 aniversario de la fiesta los “Juandieguitos” o conocida popularmente en la ciudad, como el Día de los Inditos.
Sobre un cerro pedregoso
La historia comienza sobre una colina llamada el “Cerrito de San Lorenzo”, que después se le puso el nombre de “Cerro de la Soledad”, esa elevación natural a finales del siglo XIX estaba despoblada y sobre esa cima es donde se construye, primero un pequeño oratorio.
Nos compartió el Cronista Municipal de León, Luis Alegre que “no creció ahí la ciudad en siglos y lo primero que se va construir es una capilla humilde, pero no va avanzar mucho hasta que no llega ahí Pablo de Anda”.
“Pablo De Anda es el que va a retomar esa capilla humilde y es el que la va a convertir en una iglesia y en un santuario en muy poquitos años” dijo Alegre Vega. Sobre esa loma que en antaño no era más que un pedazo de monte y que al pie circulaba el río “Los Machihues”,
entre piedra y tierra, se alzó el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
A raíz de la inundación de 1888
Según datos buscados en el Archivo Histórico Municipal de Léon (AHML) datan que “el Cerrito de San Lorenzo estaba despoblado a fines del siglo XIX y vino a colonizarse a raíz de la terrible inundación de 1888, cuando los damnificados fueron a refugiarse en sus alturas. En Dicha loma, la acaudalado dama leonesa Doña Manuela Herrera de Corráiz escogió un solar o lote, para construir una iglesia, en las afueras de la ciudad y en visible altura panorámica para consagrarla a la Virgen de Guadalupe.