Nacional

Que se debata sobre la UNAM, pero con información y no por convicción política

Un universitario de cepa, que ha visto durante ya cerca de medio siglo a la Universidad Nacional desde dentro, lo que incluyó debates intensos sobre el futuro de esta gran institución, habla sobre las críticas lanzadas desde una mañanera. Para José Narro Robles, es claro, se hicieron aseveraciones por desconocimiento y sin datos firmes sobre la Universidad Nacional. Un debate sin utilidad, fuera de tiempo, de lugar y que generó una inquietud innecesaria

José Narro Robles, exrector, universitario de primera línea, señala que tiene la impresión de que lo acontecido en los últimos días no tiene utilidad verdadera, ya que se cuestionó a la Universidad Nacional Autónoma de México sin información de por medio. “Que se debata, pero cualquier debate debe ser con información, no con argumentos de orden ideológicos”, pide.

En entrevista con Crónica, defiende el derecho de todos, y más sus egresados, opinen sobre la institución, aunque señala que a todos nos conviene que las universidades públicas se centren en sus tareas. La intervención de la Universidad Nacional en los grandes temas nacionales “nunca se ha olvidado” en el seno de la UNAM, añade, y da ejemplos específicos sobre carreras en las que se habló de falta de compromiso social y cimentación del individualismo y la derechización.

–¿Le pareció útil el surgimiento de este debate?

–Es un debate que no tiene sentido, primero que nada porque se está cuestionando sin la información necesaria. No pienso, de manera alguna, que se evite el debate sobre las instituciones del país, sobre cualquiera de ellas, pero esto debe ser con información, no puede ser con argumentos de orden ideológico; la vida académica, científica, se rige por método, por técnicas, pero sobre todo por la intención de buscar la verdad; no con perspectivas ideológicas u orientaciones políticas.

Las conclusiones a las que se llegó, antes de cualquier análisis, no son afortunadas: se desconoce el papel de la Universidad y se descalifica por una postura atribuida, no demostrada, de orden político. Hablar de la derechización de la universidad me parece poco útil, poco propositivo, sobre todo cuando la universidad lo que ha tenido es una respuesta clarísima, de muchos años atrás, para abrirse a todas las corrientes del pensamiento.