Nacional

Huyen del narco en la sierra Tarahumara

Choques entre cárteles de la droga han dejado cientos de desplazados en municipios como Guachochi

CHIHUAHUA.— Al menos seis comunidades de los municipios de Guachochi y Guadalupe y Calvo, en la sierra Tarahumara de Chihuahua, huyeron de sus comunidades ante el acoso y violencia generada por los enfrentamientos constantes entre los cárteles del Pacífico y de Juárez.

Tan sólo en Guachochi son 300 familias las desplazadas de las comunidades de Santa Anita, El Rosado y Nacachi, donde la mayoría huyeron tras un enfrentamiento entre narcos, justo en la iglesia de Santa Anita.

El sacerdote de la Parroquia de Guachochi, Enrique Urzúa, ha iniciado una campaña para recibir en donación cualquier apoyo para estas familias, “cuyas comunidades están desoladas, los mestizos que tienen un vehículo han podido desplazarse, pero nuestros hermanos indígenas no, y no pueden salir por víveres, tienen miedo”, según escribió en su página de Facebook.

En tanto, en el municipio tarahumara de Guadalupe y Calvo fueron 39 personas, indígenas tepehuanos, la gran mayoría niños, los desplazados por un reciente enfrentamiento entre los cárteles de la droga, el pasado martes.

Al respecto, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, reconoció que se “atiende a un grupo de personas que denunciaron haber sido forzadas a abandonar sus viviendas en la comunidad de La Sierrita, en el municipio de Guadalupe y Calvo”.

Las familias desplazadas podrían llegar a más de un centenar, ya que las comunidades abandonadas con San Gerónimo, Santa Rita y La Sierrita, todas del municipio de Guadalupe y Calvo, donde hombres armados de un cártel de la droga de Juárez, identificado como La Línea, dispararon contra varias viviendas y vehículos de un narco del Cártel del Pacífico.

De las 39 personas que huyeron, 31 son menores de edad, en su mayoría indígenas de etnia tepehuán, de la comunidad de La Sierrita, quienes manifestaron haber salido de sus hogares por la irrupción de los civiles armados.

Todas estas personas fueron trasladadas a un cuartel militar para su resguardo y protección.